¿Cómo se construye de una cartera?
Crear una cartera básica puede ser tan simple como comprar algunas acciones. Muchas personas comienzan allí. Sin embargo, la investigación sugiere que construir una cartera más intencional (una que ayude a optimizar sus rendimientos, mientras administra su riesgo de manera efectiva) significa incluir una variedad de activos. La combinación que elija se conoce como su asignación de activos.
Hay tres formas principales de crear una cartera real:
- Elija activos individuales usted mismo;
- Invertir en un fondo mutuo administrado o en un fondo negociado en bolsa;
- Contrate a un asesor financiero para que elija inversiones por usted.
Como se mencionó, puede elegir de forma independiente una colección de acciones. O puede elegir una combinación de acciones y bonos. Esto supone que está invirtiendo por su cuenta y construyendo su propia cartera.
Una alternativa a elegir sus propias acciones es invertir en un fondo mutuo administrado activamente o en un fondo cotizado en bolsa (los cuales pueden invertir en una variedad de activos).
Otra posibilidad es contratar a un asesor financiero (alguien que le asesore sobre inversiones y administración del dinero) para que configure una cartera de inversión en su nombre y acorde a sus necesidades.
Dos claves para construir una cartera son:
- Conocer su tolerancia al riesgo
- Comprender su horizonte temporal
Estos parámetros pueden ayudar a comenzar a determinar qué tipos de inversiones tiene en su cartera. Y, por lo general, trabajan en conjunto. Por ejemplo, los inversores con horizontes de tiempo más largos (por ejemplo, personas con más años hasta la jubilación) suelen tener una mayor tolerancia al riesgo que los inversores a corto plazo, que esperan vender sus activos antes.
Alto riesgo y horizonte a largo plazo Los inversionistas agresivos con horizontes a largo plazo tienden a comprar activos como acciones y bienes raíces. Esto se debe a que estos generalmente ofrecen una mayor ventaja, aunque a menudo también son más volátiles y riesgosos.
Riesgo bajo y horizonte temporal corto Los inversores conservadores son más reacios al riesgo. Suelen preferir carteras que prioricen la estabilidad financiera y la rentabilidad predecible. A menudo, los inversores conservadores invierten más de su dinero en inversiones orientadas a los ingresos, como bonos o acciones que pagan dividendos de empresas más grandes y establecidas.